La Ciudad

Análisis advierten que el agua en barrios del norte no es potable

Desde el año 2011, el Grupo Aguas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Mar del Plata analiza los pozos de nueve barrios de la región.

Entre los vecinos de Pueblo Camet, la región de once barrios ubicada al norte del aeropuerto internacional Astor Piazzolla, hay preocupación luego de que estudios confirmaran que el agua que consume un amplio sector no es apta.

Convocados en 2011 por los vecinos para analizar los pozos de la zona, Grupo Aguas, un grupo de extensión e investigación interdisciplinario de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata, comenzó a tomar muestras desde entonces en al menos ocho de los barrios de Pueblo Camet. Los resultados recabados hasta estos días son alarmantes: en más de un 70% de las muestras se corroboraron niveles de contaminación que no corresponden con las cifras de calidad que estipula el Código Alimentario Argentino (CAA).

En mayo, el boletín informativo de la cooperativa de la zona llegaba a las casas de los marplatenses del norte de la ciudad con la siguiente afirmación: “Aguas contaminadas, falta de construcción de redes de agua potable en los barrios, baja de las napas como consecuencia del mayor bombeo, y agua de nuestra zona que se va a Mar del Plata sin tener en cuenta a nuestra población, conforma un combo negativo para los lugareños”.

Es que para quienes viven en Pueblo Camet, una población estimada de 17 mil habitantes, el acceso a un derecho básico como el agua es, desde hace ya varios años, un problema que encabeza la lista de prioridades. Solo una franja de 1.200 vecinos del 2 de Abril se vio beneficiada con una obra de red de agua corriente inaugurada en 2015. Según señalaron desde la sociedad de fomento de la zona, en el barrio hoy viven cerca de 8.000 personas.

Hasta el momento los barrios con mayor número de muestras fueron los más populosos, como 2 de Abril y Estación Camet. Sin embargo, los estudios también cuentan con extracciones provenientes de pozos de donde consumen vecinos del Sosiego, El Tejado, La Laura, Castagnino, Las Margaritas y El Retazo.

“De los estudios microbiológicos, el 71% de las muestras tomadas desde 2011 mostraron excesos en alguno de los cuatro parámetros que pide el CAA. En tanto, de nitrato, el 50% estuvo por encima de los niveles establecidos. Si se cruzan estos datos, estamos hablando de que más de un 70% de las muestras dieron que no estaban aptas para el consumo”, señaló a este medio Manuel Irigoitia, doctor en biología del Grupo Aguas.

Además, el profesional destacó que, de las 135 muestras tomadas para los estudios microbiológicos (115 fueron para los análisis químicos) “la mayoría no dieron aptas porque están excedidas en coliformes totales, que son las bacterias que pueden estar vinculadas a la contaminación fecal, que es donde radica la problemática más grave y perjudicial para la salud”.

César Pegoraro, doctor en química e integrante del grupo de extensión, se refirió también a las posibles causas de la contaminación de nitrato en la mitad de las muestras extraídas y aseguró que la misma “puede ser natural, de la napa, algo que se solucionaría haciendo pozos más profundos. El problema es que hacer un pozo de ese nivel es mucho más caro, entonces la mayoría de los vecinos no pueden pagarlo”, agregó. Las consultas indicaron que, para obtener agua potable de la napas de los barrios del norte es necesario hacer un pozo de una profundidad de unos 50 metros, trabajo que actualmente estaría valuado entre los $35.000 y $50.000.

Un derecho no garantizado

“En el partido de General Pueyrredon, en localidades y barrios de la periferia, este derecho no se garantiza plenamente: se presume que gran parte de la población consume agua contaminada, es decir, agua no apta para el consumo”. El boletín de mayo de Pueblo Camet también expuso un reclamo amparado en la legislación vigente y dejó al descubierto una demanda insatisfecha.

La presidenta de la sociedad de fomento de 2 de Abril, Cristina Ortiz, aseguró que el inconveniente que atraviesan los vecinos impacta en la cotidianidad. Si bien Obras Sanitarias colocó tanques comunitarios, hay quienes les resulta dificultoso acceder a los mismos. “Desde la sociedad de fomento nos organizamos para acercarle los bidones”, indicó.

Ortiz destacó que desde 2010 comenzó a haber un “movimiento de los vecinos por este tema (por el agua) porque desde las salitas nos dijeron que estaban en aumento algunas patologías, como gastroenteritis y parasitosis, y que deberíamos analizar el agua para descartar. Pero al final sí era el agua”.

La vecinalista también aseguró que hubo reclamos al percibir que el abastecimiento de agua escaseaba y las napas superficiales se secaban en la temporada de verano. “Comenzamos a notar que los bombeadores de los pozos no tenían agua, las napas se habían secado y cuando llegaba la época estival, nos quedábamos sin agua”, señaló, al tiempo que aseguró que en los últimos años el barrio sufrió una “explosión demográfica”, que impactó en el abastecimiento. “De las 65 manzanas que tiene el barrio, prácticamente no quedan terrenos baldíos”, graficó.

En este sentido, Carlos Rivero, vicepresidente de la sociedad, aseguró que esto tiene su causa principal en una “extracción indiscriminada” en la zona para abastecer a la ciudad.

“Para tener una referencia, en los años ’90 el barrio sacaba agua a los 18 o 22 metros, mientras que en la actualidad recién en los 60 metros. Y esto se debe a que se hizo una extracción indiscriminada de agua sin haber hecho las obras necesarias para abastecer a Mar del Plata, ya que el 55% del agua que consume la ciudad sale de nuestro barrio”, indicó.

Rivero puso el foco en la necesidad de contar la finalización de la obra del Acueducto del Oeste y de proveer de cloacas y red agua a toda la comunidad.

“No tenemos la culpa de que no se haya tenido cuidado al extraer el agua de la zona”, indicó.

— Precauciones a tener en cuenta para evitar contaminación de los pozos

Conocidos los estudios en los que confirman que una importante cantidad de habitantes de la región norte de la ciudad consume agua contaminada, especialistas del Grupo Aguas de la Universidad Nacional de Mar del Plata brindaron algunas precauciones a tener en cuenta para intentar evitar la presencia de bacterias y químicos en los pozos domiciliarios, y alcanzar los niveles recomendados por el Código Alimentario Argentino (CAA). En este sentido, los doctores en biología y química del Grupo Aguas, Manuel Irigoitia y César Pegoraro, destacaron algunas de las “medidas paliativas” disponibles ante la imposibilidad de realizar pozos domiciliarios de mayor profundidad.

En principio se recomienda limpiar tanque una vez por año, preferentemente antes de verano; que se sitúa lejos de cualquier punto contaminante, como pozos ciegos; tener cuidado con las tapas de los respectivos pozos, que no estén a la ras del sueño y que exista un espacio entre el caño de extracción y el encamizado; que contengan espacios donde puedan retenerse sedimentos u otros restos; que el pozo no se realice en un terreno bajo, porque se puede inundar los días de lluvia.

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